El edificio se asienta por un lado en la ladera de montaña, y por el otro se integra en el parque situado enfrente, el parque del Casino.
La gran terraza jardín domina el valle y es a la vez una prolongación de éste, uniendo pasado y futuro. Las formas se inspiran en la naturaleza y en el paisage de las montañas, creando formas de cubos desordenados. Estos cubos representan grandes bloques de piedra o hielo, con la intención de crear una arquitectura que parezca líbre, espontánea y natural.
Cada cubo tiene una parte abierta, de vidrio, que se asemeja a los cristales incrustados en las rocas. Éstos bañan el interior con una luz colorida y tamizada la cual aporta una atmósfera de serenidad y calma a los espacios interiores.
0 comentarios:
Publicar un comentario