Azerbaiyán, una de las antiguas repúblicas soviéticas empiezan a promover proyectos que modernicen su país. Siguiendo la estela de Kazajistán, Azerbaiyán presenta un gran masterplan en la pequeña Isla de Zira, frente a la costa de su capital Bakú, con el que pretende levantar un gran centro de vacaciones y ocio a la altura de los existentes en los países occidentales. El proyecto lo han desarrollado los arquitectos daneses de BIG (Bjarke Ingels Group) y cuenta con una imagen apabullante, con impresionantes construcciones a modo de siete colinas que albergarán hoteles, apartamentos y oficinas combinadas con edificaciones bajas que darán cabida a los servicios, villas, teatros, comercios, restaurantes y cafeterías, así como playas, y marinas privadas y campos de golf. Todo ello en un millón de metros cuadrados.
Como es norma común en los tiempos que corren, para eliminar la mala conciencia que pueda generar la ocupación de una isla completa para un centro mastodóntico de turismo y el impacto natural que ello conlleva, se ha maquillado la operación -como tantas otras- con el argumento de que con la puesta en marcha del resort se produce un consumo energético cero, puesto que gracias a turbinas eólicas, desaladoras, paneles solares, placas fotovoltaicas y demás repertorio de energías alternativas la isla será completamente autosuficiente.
Los arquitectos de BIG escriben en su página web: "Seven Peaks of Azerbaijan (las Siete Colinas de Azerbaiyán) es un masterplan para un resort y una ciudad de ocio de consumo energético cero en la Isla de Zira en el Mar Caspio. Situada frente a la bahía de Bakú, capital de Azerbaiyán, la Isla de Zira está diseñada para ser un modelo sostenible para el desarrollo urbano, y un skyline representativo para la línea costera de la ciudad. Como una joven democracia post-soviética que es, Azerbaiyán está redescubriendo su identidad nacional; las Siete Colinas propone un paisaje arquitectónico derivado de su paisaje natural. Las montañas se han concebido no sólo como metáforas, sino pensadas desde la ingeniería como auténticos ecosistemas, como un modelo para un futuro desarrollo urbano sostenible".
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